Enero
Desde el comienzo, el año me dejó buenos recuerdos. No se puede decir que 2019 empezase de la mejor forma, pues a nivel personal y familiar pasamos momentos complicados.
Sin embargo, hay que quedarse con lo positivo. El club de lectura de la Biblioteca de la UCLM me invitó para hablar de La mujer del pelo rojo, de Orhan Pamuk.
Un encuentro de lo más agradable donde pudimos analizar en profundidad el libro leído, la situación de la mujer musulmana, mi novela Un velo de libertad y la sociedad en general. Aprovechamos también la ocasión para degustar unos deliciosos baklava turcos, ambientando la lectura, y hacer así mención al libro Unos baklava por amor, de Helena Gutiérrez Espí.
Febrero
Febrero, mes del amor, quise dedicarlo a educar con amor. Es importante la relación de pareja, pero el cariño hacia los hijos y el que se recibe de ellos no tiene desperdicio.
Pero, lo que el año me dejó en este segundo mes fue un encuentro de lo más satisfactorio con Pilar Navarro Colorado, Esther Magar, Cristina Bou y Hugo SC.
Desvirtualizar a compañeras de letras y sentarse con ellas aunque sea solo unos minutos, no tiene precio. Sobre todo, cuando una de ellas vive en Chile y es casi imposible coincidir con ella por aquí.

Marzo
Con el Día del Padre encontré la ocasión perfecta para hablar de esos padres admirables que aparecen en las novelas, y de otros un tanto odiosos.
En lo personal, lo que el año me dejó en este tercer mes fueron muchos momentos en familia.
Abril
En abril, libros mil.
Fue el momento de empezar a promocionar mi libro Lo que aprendí de ser mamá, que saldría a la venta el 2 de mayo. Aproveché también para hacer una lista de libros para regalar el Día de la Madre.
Mayo
Me gustan los retos y estoy abierta a propuestas. Por eso, en cuanto tuve un momento me puse con este post sobre el reto incomprendido de ser musulmana occidental, un guante que me lanzó David Gómez, del blog Cruce de caminos.
¿La imagen del mes? Ver mi libro de no ficción hecho realidad: Lo que aprendí de ser mamá.
Junio
Lo que el año me dejó para cerrar la primera mitad fue un cambio de aires. Cerré una etapa y comencé de nuevo con una mudanza que me apetecía mucho.
Como antesala de las vacaciones, nada mejor que destinos literarios para ambientar la lectura.
Julio y agosto
El verano no es para trabajar. En la medida de lo posible, hay que disfrutar de la playa y del tiempo libre. Por eso, durante estos dos meses aproveché para leer mucho y pasar tiempo frente al mar.
Septiembre
Lo que el año me dejó en este mes fue energía renovada para afrontar la vuelta al cole y los cambios que se avecinaban en mi vida.
Retomé el blog, te empecé a hablar de lo importante que es leer no ficción de calidad y del descanso fundamental en nuestro día a día.
Además, me hice miembro de la Asociación de Escritores de Alicante.
A nivel personal, me quedo con momentos culturales como este:

Octubre
En octubre aumentó la familia. Así que aproveché el momento para recomendar lecturas a mi acompañante en el hospital.
Sin olvidar que octubre es el mes de las escritoras, con un día conmemorativo.
Noviembre
Hace dos años participé en el NaNoWriMo, un reto para escritores que consiste en escribir el borrador de una novela (o parte de ella) con 50 000 palabras en un mes. Lo conseguí a pesar de las circunstancias, porque yo soy de las que piensa que poder es querer.
Mi objetivo de noviembre 2019: escribir.
La buena noticia es que, aunque lo llevé en secreto porque no creía que pudiera conseguirlo, una vez más completé el reto.
Diciembre
Diciembre trae consigo la palabra fin. Fin de año. Fin de una etapa. Y, en mi caso, fin de dos novelas.
He terminado una historia muy especial para mí, con la que he convivido dos años. Fue un primer borrador de mierda, que nadie merece leer. Me acompañó en el NaNoWriMo de 2017. Pero ha sido a base de muchas vueltas y retoques como he llegado a la palabra fin. Y ésta es solo un comienzo que ya no depende de mí. Ya está en mano de mis lectores cero y después empezaremos con las revisiones y correcciones para que puedas descubrir esta novela el próximo año con la mejor calidad posible.
Además, he escrito otra novelita corta de ambientación costumbrista que tendrás muy pronto entre tus manos para que la espera se haga más llevadera.
El año me dejó muy gratos recuerdos, y confío en que el próximo sea igual o mejor.

¡Qué bonita forma de resumir el año! :)
Un abrazo,
Aitana
¡Gracias!
Un abrazo.